A lo largo de febrero se realizarán los trabajos de llenado, se ejecutarán los 26 micropilotes que faltan y se elevará el puente hasta su nivel

Durante la fase de emergencia se colocaron unos micropilotes, y a lo largo del mes de febrero se realizarán los trabajos de llenado, se ejecutarán los 26 micropilotes que faltan y se elevará el puente hasta su nivel, según han informado fuentes de la Diputación. El puente, que ya sufrió otros movimientos antes de que se desplomara en 2018 y lo llevaran a su posición inicial, contará con más seguridad en la base de los pies y los reforzarán para asegurarse de que no se hundan.
El siguiente paso será la reinstalación de las infraestructuras de servicios y canalizaciones, la reurbanización del entorno, la renovación del firme y la reconstrucción de la barandilla del puente.
Las obras de la segunda fase de desmontaje y reconstrucción del puente comenzaron el pasado 14 de abril por parte de los trabajadores de la UTE Moyua-Harri, que permanece cerrado desde el 22 de noviembre. La Diputación no ha adelantado ninguna fecha para su apertura. Su objetivo y como el del Ayuntamiento es que sea lo antes posible, pero siempre con la seguridad garantizada.
Puente histórico
Este puente de sillería, construido en 1866, tiene un gran valor patrimonial reconocido al estar protegido con la categoría de protección especial dentro del Conjunto Monumental del Camino de Santiago. El puente consta de dos estribos (E1 en el lado de Deba y E2 en el lado de Mutriku), tres pilas (P1, P2 y P3), tres bóvedas de piedra y una bóveda de hormigón revestida de piedra. El puente de sillería, construido en 1866, tiene un gran valor patrimonial reconocido, al estar catalogado con la categoría de protección especial dentro del Conjunto Monumental del Camino de Santiago. Consta de dos estribos, tres pilas, tres bóvedas de piedra y una bóveda de hormigón revestida de piedra.
El puente de Deba ha sufrido daños y modificaciones a lo largo de sus más de 150 años de vida. En 1892 llegaron los primeros problemas en la cimentación de la pila1; en 1955 se sustituye el tramo levadizo metálico; en 1983 sobrevivió a las grandes inundaciones que asolaron en Euskadi; en 2001 vuelven los problemas en la cimentación; en 2013 se convierte en un puente peatonal; y la madrugada del 5 de julio de 2018, la pila central se hunde repentinamente, deformando las bóvedas 2 y 3.