«Que las personas se suban o se sienten sobre los pasamanos provoca una sobrecarga que desajusta los rodillos y provoca ruidos y chirridos, además de fallos en el variador», explican

ERMUA | Responsables municipales ermuarras han apelado al civismo y al correcto uso de infraestructuras o mobiliario urbano como las rampas de Ongarai. En una nota destacana que no se están utilizando como se debieran “lo que acarrea averías o paradas recurrentes de la maquinaría y ello genera inconvenientes a las personas usuarias, además de un gasto extra”. La misiva, publicada en el portal municipal ermua.es, detalla que “algunas personas se suben sobre los pasamanos o se apoyan sobre los zócalos, lo que genera un desgaste prematuro de elementos del mecanismo (rodillos, goma pasamanos, piezas de arrastre, etcétera…)”.
Esas incidencias al ser reiteradas producen averías y hacen que las rampas estén paradas un tiempo indeterminado. Tiempo que depende del grado de la avería y de si hay o no pieza de recambio necesaria para la reparación. Los servicios de mantenimiento acuden diariamente a primera hora a las rampas para comprobar que todas están en funcionamiento. Si hay alguna parada o sin servicio, la rearman. En el caso que algún tramo no pueda ponerse en marcha, comunican la incidencia y comienzan a coordinar las tareas necesarias para solucionarlo. Las cabinas de los ascensores también presentan a menudo signos del maltrato que reciben: suciedad y daños en elementos como botoneras, luces o en las barras para agarrarse.